–No se lo prohibáis,
porque nadie que haga un milagro en mi nombre
podrá luego hablar mal de mí.»
(Mc 9,39)
«Quien quiera amar la vida y pasar días felices,
cuide su lengua de hablar mal.»
(1 P 3,10)
«Para que nadie pueda hablar mal del mensaje de Dios.»
(Tit 2,5)
«Refrena tu lengua de hablar mal.»
(Sal 34,13)
«Entonces el Señor dijo a Moisés:
“Vuelve a poner el bastón de Aarón delante del arca del pacto,
y guárdalo allí como advertencia para este pueblo rebelde.
Así harás que dejen de hablar mal delante de mí”.»
(Nm 17,10)
«Luego el Señor dijo a Moisés y a Aarón:
“¿Hasta cuándo esta comunidad perversa va a seguir protestando contra mí?
Ya les he oído hablar mal de mí.»
(Nm 14,26-27)
«Todos ellos comenzaron a hablar mal de Moisés y de Aarón.
Decían: “¡Ojalá hubiéramos muerto en Egipto, o aquí en el desierto!”.»
(Nm 14,2)
«María y Aarón empezaron a hablar mal de Moisés,
porque se había casado con una mujer etíope.»
(Nm 12,1)
«Eso va a servir para defender tu buena fama
Nadie podrá hablar mal de ti.»
(Gn 20,16)
El elogio del Señor a Moisés:
«De pronto, el Señor dijo a Moisés, a Aarón y a Miriam:
“Id los tres a la Tienda del Encuentro”. Cuando salieron los tres,
el Señor descendió en la columna de nube
y se detuvo a la entrada de la Tienda.
Luego llamó a Aarón y a Miriam. Los dos se adelantaron,
y el Señor les dijo:
“Escuchad bien mis palabras:
Cuando aparece entre vosotros un profeta,
yo me revelo a él en una visión, le hablo en un sueño.
No sucede así con mi servidor Moisés:
él es el hombre de confianza en toda mi casa.
Yo hablo con él cara a cara y en un lenguaje claro.
Y si él me ve cara a cara,
¿cómo os atrevéis vosotros a hablar mal de él?”
Y lleno de indignación contra ellos, el Señor se alejó.»
(Nm 12, 4-8)